lunes, 16 de octubre de 2017
Buenas y malas
Como entender que no se puede sepultar el pasado.
Que en el pasado también hubo cosas muy buenas que nos hicieron feliz,
sentir y vivir.
Porque negarse a recordar,
porque poner todo en un mismo paquete: tristezas y alegrías.
Hoy descubrí que había vivido más cosas que las que recordaba,
que no todas fueron malas;
y por primera vez me di cuenta que tuve millones de momentos felices.
Como no elegir y quedarme y recordar solo esos bellisimos momentos.
No entiendo porque sepultarlos o dejarlos ir, quien sabe a dónde,
solo se va y ni siquiera me esfuerzo en recordar.
Logre verme espectadora de mi propia vida,
y vi momentos en los cuales era muy feliz.
Pude visualizar un vestido preferido,
un sentir nuevamente de sensaciones que me daba, esos colores,
el modelo y aunque no sentí su textura la imaginé y la recordé tal cual era.
La felicidad es simplemente eso,
poder ver lo que ya creíamos no poder ver o sentir más.
Es encontrar el equilibrio justo para almacenar todo aquello,
que alguna vez nos hizo feliz y que no se nos vaya quien sabe a dónde...o…si...al olvido.
Que importante es que te hagan saber la impronta que dejaste en alguien.
Después de tantos años, mirarlo a los ojos y te diga,
que importante o como marcaste su vida.
En definitiva todo se cosecha en ésta vida.
Y...si algo se cosecha es porque algo se habrá hecho.
Miriam Giambuzzi
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