Querida amiga del alma:
A ti te quiero hablar porque eres mi amiga
del alma, sí, a ti te quiero hablar porque también me elegiste como tu
amigo del alma; quiero decirte tantas cosas y no se por donde empezar,
quizás por el día en que nos conocimos, un día que recuerdo como si
fuera hoy; te miraba con cierta desconfianza porque pensaba en aquella
otra amiga que la creía del alma y me traicionó, aquella que me dejó
varado en una esquina sin darme explicación alguna.
Y bueno, así son algunas cosas de la vida, esos insondables vericuetos
que a veces no terminamos de comprender, de todas maneras esa tristeza
quedó en el pasado porque desde ese encuentro fortuito y a pesar de la
incipiente desconfianza, supe que tu serías una amiga del alma.
Ya pasaron casi diez años y seguimos siendo fieles amigos, ya pasaron
casi diez años y con solo mirarnos sabemos lo que nos pasa, ya pasaron
casi diez años y seguimos siendo amigos del alma; ya sabés, yo no soy
de contar mis problemas, porque en realidad fueron muy pocos y
pequeños, salvo el día que me operaron y te quedaste a mi lado como si
fueras mi doctora. Y vos sí tuviste algunos problemas mas que yo,
problemas que no tardabas en contármelos, porque sabías que a mí me
gusta escuchar y aunque nunca pude darte las soluciones, siempre
estuve a tu lado.
Mañana vamos a festejar nuestros diez años de amor, diez años sin
discusiones, de compañerismo y diez años de lealtad; mañana saldremos
a caminar por las mismas veredas en donde nuestros pasos quedarán
marcados para siempre, mañana saldremos a caminar quizás por los
recuerdos, quizás por el presente pero seguramente por el futuro,
porque siempre seremos amigos del alma. Y como amigo del alma quiero
decirte que jamás va a importar el dinero, las comodidades ni nada
material que pueda separarnos.
Querida amiga del alma, felices diez años de amistad te
desea, tu perro... ¡tu amigo del alma!
A ti te quiero hablar porque eres mi amiga
del alma, sí, a ti te quiero hablar porque también me elegiste como tu
amigo del alma; quiero decirte tantas cosas y no se por donde empezar,
quizás por el día en que nos conocimos, un día que recuerdo como si
fuera hoy; te miraba con cierta desconfianza porque pensaba en aquella
otra amiga que la creía del alma y me traicionó, aquella que me dejó
varado en una esquina sin darme explicación alguna.
Y bueno, así son algunas cosas de la vida, esos insondables vericuetos
que a veces no terminamos de comprender, de todas maneras esa tristeza
quedó en el pasado porque desde ese encuentro fortuito y a pesar de la
incipiente desconfianza, supe que tu serías una amiga del alma.
Ya pasaron casi diez años y seguimos siendo fieles amigos, ya pasaron
casi diez años y con solo mirarnos sabemos lo que nos pasa, ya pasaron
casi diez años y seguimos siendo amigos del alma; ya sabés, yo no soy
de contar mis problemas, porque en realidad fueron muy pocos y
pequeños, salvo el día que me operaron y te quedaste a mi lado como si
fueras mi doctora. Y vos sí tuviste algunos problemas mas que yo,
problemas que no tardabas en contármelos, porque sabías que a mí me
gusta escuchar y aunque nunca pude darte las soluciones, siempre
estuve a tu lado.
Mañana vamos a festejar nuestros diez años de amor, diez años sin
discusiones, de compañerismo y diez años de lealtad; mañana saldremos
a caminar por las mismas veredas en donde nuestros pasos quedarán
marcados para siempre, mañana saldremos a caminar quizás por los
recuerdos, quizás por el presente pero seguramente por el futuro,
porque siempre seremos amigos del alma. Y como amigo del alma quiero
decirte que jamás va a importar el dinero, las comodidades ni nada
material que pueda separarnos.
Querida amiga del alma, felices diez años de amistad te
desea, tu perro... ¡tu amigo del alma!
Alberto Chara
Alberto Chara
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