martes, 30 de septiembre de 2014
El Rescate
De: Alberto Chara. Mención de Honor de Editorial Mis Escritos 2013.
Otorgada en la Biblioteca Nacional.
Adriana ejercía su profesión de médica clínica y obstetra en la
salita de primeros auxilios de la zona, todos los días atendía a los
pacientes a partir de las ocho de la mañana y extendía su labor mucho
más allá de las catorce horas; solía decir que la medicina no debía
tener marcos estrictos, porque las necesidades de los enfermos estaban
por encima de los horarios.
Adriana siempre tenía una palabra de aliento para los pacientes,
los escuchaba con mucha atención y su satisfacción era verlos con una
sonrisa; los domingos por la mañana visitaba a sus vecinos para saber
como estaban y los atendía sin cobrarles un solo peso, algunos la
invitaban a almorzar y ella aceptaba gustosa, porque sabía que era
importante para ellos retribuirle el cuidado que les daba.
El domingo fue a examinar a Cecilia que estaba a punto de parir
mellizos, cuando llegó a su casa se pusieron a tomar mate con unas
sabrosísimas tortas fritas que había preparado desde temprano, luego
la revisó y le dijo que tuviera todo preparado porque en cualquier
momento llegarían las esperadas contracciones.
Adriana continuó con sus visitas y cerca del mediodía volvió
para almorzar con ella; milanesas con puré, agua, manzanas y un
humeante y exquisito café, formaron parte de la espléndida comida,
luego se acomodaron en un viejo sillón para descansar y ver televisión
y cuando promediaba la tarde el aviso llegó.
Cecilia pujaba y pujaba pero los mellizos se hacían desear,
había pasado casi media hora cuando el primero hizo su entrada
triunfal en el escenario de las luces, Cecilia lo miró alborozada y
extendió sus brazos para cobijarlo, pero Nicolás quiso esperar para
recibir a su hermana, deseaba ser el primero en tomarla de la mano
para ayudarla a bajar del barco, en el puerto materno.
Los minutos apresuraban sus pasos pero ella no venía, el
cansancio se apoderaba de la joven madre y Adriana, con voz pausada
pero a la vez enérgica, la alentaba para que siguiera pujando. Las
posibilidades de una rápida llegada se iban esfumando, Adriana y sus
ayudantes se contemplaron y sus ojos comprendieron que había llegado
la hora de la cesárea, pero Nicolás levantó su mano deteniéndolos y
les dijo que él volvería a entrar, para buscar a María.
El silencio buscó la oportunidad para hacerse oír y el segundero
de la sala de partos amenguó sus pasos, para que el rescate se hiciese
realidad; las miradas se juntaron en la dársena esperando la salida y
seis minutos después; Nicolás y María tomados de la mano, bajaron por
la escalerilla de la concepción y besaron los pechos de Cecilia,
buscando el desayuno de la vida.
sábado, 27 de septiembre de 2014
Mi Universo en mi
Me siento
sola,
en la
inmensidad de un Universo -que es mi vida-
pude
identificar quien es quien,
pude ver quien me quiso y me quiere de verdad,
quien es un
oportunista y quien dice que me quiere,
pero en
realidad, no le importo nada.
Y como me
dolió darse cuenta!, reconocerlo.
Asi estoy , en
soledad, quebrada, por haber creido
encontrar el
amor........y no fue.
Me duele la hipocresía y el desamor, me duele el
alma
en la cual se
me formo una herida irreparable, que
drena dolor
continuamente
y afecta mi envoltorio.
Pero se, que
en mi partida algún día te arrepentirás....y ,
porque no, ¡me
extrañaras!
Miriam Giambuzzi
viernes, 26 de septiembre de 2014
Seguimos presentando Nuevos Autores en Ambito de Escritores
Sueños en bicicleta
de Claudia de Angelis.
de Claudia de Angelis.
La niña tenía cabellos de oro
largos y rizados que dejaban ver
sus ojos que eran cómo la esperanza
La niña viajaba conociendo el mundo
Viajaba sin rumbo, sin pausa, ni adonde
tan solo viajaba sin ningún porqué.
Mientras pedaleaba la vida gustosa
soltaba amarras y lograba ser
que tejía sueños al atardecer…
Sueños de agua
teñidos de verde,
Copyright © 2012. ® Claudia de Angelis.
Todos los derechos reservados
domingo, 21 de septiembre de 2014
Sabían esto????
#Anunciantes ¡Gracias Ámbito de Escritores escritores por el apoyo a nuestro programa y a la #CulturaEmprendedora!
Si sos escritor tenés que conocer su sitio y todo lo que hacen para apoyar a los autores independientes.
Más info ----> http://www.ambitodeescritores.blogspot.com.ar/
¿QUERÉS AUSPICIAR VOS CON TU EMPRENDIMIENTO EN NUESTRO PROGRAMA? Envianos un mail a hagamostratos@gmail.com
Hagamos Un Trato - Programa de Radio
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Un Día Especial.....
El equipo que conforma Ámbito de Escritores, les desea a todos sus AUTORES,poetas, narradores, cuentistas; y obviamente a todos sus LECTORES.....UNA MUY FELIZ PRIMAVERA!!!!!!!!!
Que a todos les resulte un renacer a lo positivo y a la inspiración de vivir cada día...queno es cosa fácil en estos tiempos!
ÁMBITO DE ESCRITORES,,,,,SIEMPRE CERCA TUYO......
Que a todos les resulte un renacer a lo positivo y a la inspiración de vivir cada día...queno es cosa fácil en estos tiempos!
ÁMBITO DE ESCRITORES,,,,,SIEMPRE CERCA TUYO......
sábado, 20 de septiembre de 2014
Ámbito con los Escritores
Y un día volví a la escuela..
Desde que lo supe, no pude dormir, pensando, en aquel día. La fecha fijada orientaba el calendario, para el sábado 24 de septiembre, y el motivo, era la celebración de los 50 primeros años de mi escuela. En realidad, de todos, pero no es una arrebato egoísta. Es que el sentido de pertenencia, el arraigo, y tal vez un dejo de nostalgia, por aquella mudanza, que aún no cicatriza, que me arrancó de mi barrio, más no de mi esencia, hacen que mi expresión suene así.
Inquieto, algo nervioso, y con el mismo temor, que aquel lejano primer día de clases, me llevaron lentamente a disfrutar del evento.
Busque transitar el mismo camino, que hacíamos con Mamá desde casa, para que la llegada sea del mismo modo. Vaya que lo fue. La concentración de chicos, las esquinas con las Mamás, y el entorno igual, formaban la pintura, y como un chico, tembloroso por la emoción, encaré la entrada, y la magia y los recuerdos me llevaron por un camino, que soñé desde siempre.
La escuela, la Parroquia donde pasé tantos momentos maravillosos, una vez más me abrían sus puertas, y una vez más, ya sin estar de la mano de mi Madre, me ubique en un rinconcito, para mirar todo desde allí, para pasar desapercibido. Caminé muy lento y miré todo con mucha atención. Cada pedazo de patio, que esta lleno de corridas, la campana, el timbre, la Dirección, y las aulas donde cursé.
Confieso, que no me podía mover. Quería llegarme hasta el fondo, pero no me podía mover. Me animé a dar de a pasitos, buscando lo que fui a buscar. Mis aromas, mi ser, a aquel niño que nunca deje de ser.
Mucha renovación, crecimiento que enorgullece. Me obligó a cerrar los ojos, para encontrar todo aquello, y las imágenes fueron apareciendo, casi como un milagro. Juro, que no perdí el equilibrio, pero al primero que vi fue al Padre Enrique (mi Padrino de Confirmación), salir de la Sacristía, y venir a mi persona, y tuve que mirar varias veces a mi alrededor, porque tenía temor, que me vieran perdido. Desde luego, que si debía explicar lo que me pasaba, hubiera resultado fácil porque siento, porque se, que a todos los que estaban allí, les pasó lo mismo. Los miré en sus ojos; lo escuché en sus palabras.
Me llegué a ver las fotos, y me encontré en varias, junto a mis compañeros, a mis queridos amigos, y a mis señoritas, que tanto quiero y nunca olvidé.
El encuentro con Gabriel y Miguel Ángel, confirmo lo que supe desde siempre. Pueden pasar mil años, que nada cambiará entre nosotros. Los chicos de entonces, fuimos algo muy especial. Una Familia. Teníamos una relación…de Comunión permanente. Fue mirarnos, y saberlo. Era como continuar una conversación que se detuvo, hace 35 años…
Ya me había visto y cruzado con algunos chicos (de entonces), que eran los hermanos mayores, de muchos amigos míos. Ver a Víctor Moreno, fue confirmar que no hay canas ni tiempo que empañe el sentimiento. Es el mismo chico, que nos miraba en los recreos, y encima se acordaba de mi ¡!! Como siempre digo acerca de mi, tanta facilidad de palabra, para no decir NADA, en momentos así, porque la emoción toma el lugar de la expresión y solo deja espacio para los ojos llorosos.
Saber que las maestras de entonces, fueron nuestras segundas mamá, y encontrarlas y abrazarlas fuertemente y agradecerles por todo, fue lo mejor del evento. Si algo realmente valía la pena, era encontrar en el Hoy, todo cuanto esas personas, han hecho por mi, en ese entonces.
Y fue el momento de Stella Maris Louis, y su agradable conversación y simpatía. El encontrarme con Marta Frade, mi maestra en 5° grado, fue tan emocionante, como verla de la mano con su nieta. Pero el momento cumbre, fue saber que estaba en el Cole, la Señorita Giovanna. Mi maestra desde 1° a 3er grado. Fue mi Mamá. Mi Maestra. Una persona que con su dulzura, nos educó, nos contuvo, nos cuidó. Nos llevó de la mano los tres primeros años de la primaria, pero además de todo, compartíamos el mismo barrio, y fue conmigo a Bariloche con el Grupo Scout. Si hay personas, que uno nunca olvida, y están grabadas a fuego en mi corazón, una de ellas es Giovanna.
Cuando supe de su presencia, nuevamente la invasión de aquella inquietud. Y busque con la mirada a mi Madre, para tomarla de su mano, pero no estaba. En la mirada de Miguel vi la misma inquietud. Nos quedamos parados, como no sabiendo que hacer.
Me acerqué hasta el chico, que oficiaba de Maestro de Ceremonias, y le conté todo eso. Me miró como si estaría frente a Magoo, y me dijo “Pero si es la que pasó recién por aquí, espera que la voy a buscar”. Miguel, salió para el mástil. Gabriel se quedó congelado, y yo no sabía como reaccionar. Una mirada de Miguel, con los ojitos que le brillaban, me dio la señal que estaba acercándose para donde estábamos.
Creo que el contacto con los tres, le dio a Giovanna, el mismo estado de situación que teníamos nosotros. Otra vez la falta de palabras gobernó la escena, pero el abrazo fue maravilloso. Temblaba como un chico. Estábamos frente a la persona que marcó nuestras vidas.- Se acercó Stella Maris, y con un guiño nos dijo “Al fin la encontraron”. Éramos los mismos chicos de entonces, buscando el abrazo de contención de nuestra Maestra. Aquellos años se consolidaron en un abrazo, y en el brillar de los ojos, nos fuimos animando a soltar palabras.
No puede soltarme de su mano, aquella tibieza, me daba la misma seguridad, que sentía en aquel entonces. Hablamos mucho. Nos reímos Mucho. Recordamos TODO.
En la despedida, otro abrazo selló el encuentro, y allí si pude decir lo que guardé toda mi vida en mi corazón. “NO ME OLVIDE NUNCA DE VOS, GRACIAS POR TODO”.
Hasta que termino la celebración, ya no pude abrir mi boca. No supe tener la madurez y el equilibrio, para sostener aquella emoción, pero no me importó. Ya había consumado, lo que finalmente había buscado desde hace más de 35 años. Abonar una vieja deuda de sentimiento, con las personas que dieron a mi vida, mucho más que educación. Me dieron su AMOR, de manera incondicional.
Sea este un pequeño homenaje a la escuela, a mis amigos, a las maestras y Directoras, a Beba y Juan Grasso y al Padre Enrique, que fueron parte de mi vida, de mi educación, de mi formación como persona.- Ruego a Dios, me permita continuar por el camino, que ellos supieron mostrarme, y sostener esa antorcha de amor, con la misma entrega que fuera recibida de parte de ellos.-
Patricio Massa
sábado, 13 de septiembre de 2014
Ambito de Escritores Informa!!!
Queridos autores, estos concursos y cursos no los realiza Ámbito de Escritores, solo les reenviamos la información para todos aquellos que estén interesados.
Para ellos deben consultar la página web www.escritores.org
Para ellos deben consultar la página web www.escritores.org
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jueves, 11 de septiembre de 2014
Nuevamente con Nosotros un gran poeta!!!
Alberto Chara
6º Concurso Internacional de Cuentos Algarrobo. Valparaíso, Chile 2013
Primer premio adultos: Alberto Chara – República Argentina
ESBELTAS PUNTILLAS
La querían profundamente y le profesaban un respeto casi
sobrenatural, todos sabían ubicarse a su lado porque así siempre lo
esperaba; ella era el centro de cada reunión dominguera y por supuesto
de todos los festejos.
En las ocasiones especiales se vestía con las mejores galas en
donde brillaban con suntuosidad, finos algodones y esbeltas puntillas
que la cubrían casi por completo, pero dejando que sus pies se
asomasen atrevidamente para poder admirarlos.
Su piel bronceada era un rasgo que la acompañaba tanto en verano
como en invierno, ella había nacido en el campo y su edad con certeza
nadie lo sabía; durante años vivió en ese lugar rodeada de sus
hermanos y pensando sólo en crecer, pero sabiendo que algún día se
transformaría en alguien muy imprescindible.
Pasó el tiempo volando a su alrededor y su cuerpo se fue alterando
preparándose para el cambio, solía recibir a la lluvia sin reparos y
las noches solían encontrarla buscando afanosamente la salida del sol;
y fue precisamente así, a la salida del sol, cuando el cambio llegó.
Un hombre anónimo, un seductor de pocas palabras se había cruzado
en su vida y casi sin darse cuenta la transformó, esa relación duró
apenas una semana pero la marcó para siempre; ella lo recordaba como
su hombre sin nombre, como su pasado y su presente, un presente vacío
y sin los invitados de toda la vida.
Ahora estaban ella y Mario solos en una casa vacía, en el medio de
paredes añoradoras sin cansancio, de viejas fotos casamenteras,
natalicias y cumpleañeras. El momento de irse se acercaba y Mario no
quería alejarse de ella, no podía abandonarla en ese lugar ahora ajeno
ni soportaría que extraños se sentaran a su lado y vieran su piel
bronceada tanto en verano como en invierno, no dejaría que otros
admirasen sus pies descalzos, ni su galana vestimenta de finos
algodones y esbeltas puntillas.
No hacía falta que le preguntara si quería continuar a su lado,
sabía la respuesta; después de todo ella y Mario habíamos pasado una
vida juntos y este, no era el momento de separarse.
Ella, la que nunca había sido reemplazada por otra, sí ella, la
vieja y querida mesa de los encuentros domingueros, la de los deberes
primarios, la del café con leche y pan con manteca, la del pollo al
horno con papas y la de la infaltable sopa.
Sí, ella, la vieja y querida mesa familiar se mudó con Mario a su
nuevo hogar para seguir escribiendo recuerdos, para seguir siendo el
centro de todas las reuniones domingueras, para mostrar sus esbeltas
puntillas y dejar que sus pies se asomen atrevidamente para poder
admirarlos.
6º Concurso Internacional de Cuentos Algarrobo. Valparaíso, Chile 2013
Primer premio adultos: Alberto Chara – República Argentina
ESBELTAS PUNTILLAS
La querían profundamente y le profesaban un respeto casi
sobrenatural, todos sabían ubicarse a su lado porque así siempre lo
esperaba; ella era el centro de cada reunión dominguera y por supuesto
de todos los festejos.
En las ocasiones especiales se vestía con las mejores galas en
donde brillaban con suntuosidad, finos algodones y esbeltas puntillas
que la cubrían casi por completo, pero dejando que sus pies se
asomasen atrevidamente para poder admirarlos.
Su piel bronceada era un rasgo que la acompañaba tanto en verano
como en invierno, ella había nacido en el campo y su edad con certeza
nadie lo sabía; durante años vivió en ese lugar rodeada de sus
hermanos y pensando sólo en crecer, pero sabiendo que algún día se
transformaría en alguien muy imprescindible.
Pasó el tiempo volando a su alrededor y su cuerpo se fue alterando
preparándose para el cambio, solía recibir a la lluvia sin reparos y
las noches solían encontrarla buscando afanosamente la salida del sol;
y fue precisamente así, a la salida del sol, cuando el cambio llegó.
Un hombre anónimo, un seductor de pocas palabras se había cruzado
en su vida y casi sin darse cuenta la transformó, esa relación duró
apenas una semana pero la marcó para siempre; ella lo recordaba como
su hombre sin nombre, como su pasado y su presente, un presente vacío
y sin los invitados de toda la vida.
Ahora estaban ella y Mario solos en una casa vacía, en el medio de
paredes añoradoras sin cansancio, de viejas fotos casamenteras,
natalicias y cumpleañeras. El momento de irse se acercaba y Mario no
quería alejarse de ella, no podía abandonarla en ese lugar ahora ajeno
ni soportaría que extraños se sentaran a su lado y vieran su piel
bronceada tanto en verano como en invierno, no dejaría que otros
admirasen sus pies descalzos, ni su galana vestimenta de finos
algodones y esbeltas puntillas.
No hacía falta que le preguntara si quería continuar a su lado,
sabía la respuesta; después de todo ella y Mario habíamos pasado una
vida juntos y este, no era el momento de separarse.
Ella, la que nunca había sido reemplazada por otra, sí ella, la
vieja y querida mesa de los encuentros domingueros, la de los deberes
primarios, la del café con leche y pan con manteca, la del pollo al
horno con papas y la de la infaltable sopa.
Sí, ella, la vieja y querida mesa familiar se mudó con Mario a su
nuevo hogar para seguir escribiendo recuerdos, para seguir siendo el
centro de todas las reuniones domingueras, para mostrar sus esbeltas
puntillas y dejar que sus pies se asomen atrevidamente para poder
admirarlos.
martes, 9 de septiembre de 2014
Publicación de un Nuevo libro!!!
Ambito de Escritores Tiene el honor de presentar la reciente Publicación de un nuevo libro
del Hermano JORGE DE LUCA OCAMPO
del Hermano JORGE DE LUCA OCAMPO
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