El
ALMA
El
alma está cautivo en mi cuerpo
Quisiera
eyectarse, ser libre
pero
no puede aún.
Grita
una y mil veces.
Ese
llanto angustiante, desesperado
que
oprime el pecho
hasta
hacerlo doler.
Queda
exhausto, abatido y sin fuerzas
Implora
a los Ángeles y a DIOS.
Y
oyen su clamor.
En
su interior, resurge la paz y la calma
como
si lo abrazaran.
Luego,
como el Ave Fénix,
renace de sus
cenizas.
Se
levanta y sigue su camino
Hasta
que Dios quiera.
María José Salerno
No hay comentarios:
Publicar un comentario