jueves, 26 de octubre de 2017

Para tener en cuenta

como corregir un libro

Como corregir una novela o un libro. Si eres escritor y necesitas resolver alguna duda respecto a tu proceso creativo o de corrección, podemos ayudarte

chistera y letrasRecientemente,  Mercedes nos mandó un mensaje en el que nos pedía consejo acerca de qué tenía que hacer para mejorar su forma de escribir de manera formal, es decir, qué podía hacer para que no se le escapasen faltas de ortografía cuando estaba escribiendo. Decía que no se daba cuenta y que muchas veces le decían que su escritura no era normativa.
Un escritor necesita ser implacable en este sentido, ya que como decía Julia Navarro, en una reciente entrevista que le hicimos; tan importante es la forma como el contenido en una obra literaria. Además, él debe ser un ejemplo normativo para el resto. Una responsabilidad añadida.
Mal común
En este sentido, lo primero que hay que señalar es que todos, todos, todos cometemos errores ortográficos o gramaticales, aunque sólo sea porque escribimos demasiado deprisa. Cuando nuestros dedos vuelan sobre el teclado del ordenador, lo más lógico es que alguna que otra incorrección tipográfica se cuele. Sobre todo en el caso del proceso creativo, ya que cuando un escritor está inspirado se encuentra prácticamente en trance, sólo quiere plasmar esa idea que hará que su novela sea genial, no quiere que se le escape ningún detalle, y en ese momento, lo más probable es que no preste mucha atención a cómo escribe.
Aprendizaje
Si a todos estos elementos se le añade que aprender todas las normas ortográficas y gramaticales es un proceso lento y que se cristaliza en nosotros en las primeras etapas educativas y mucho antes de ellas, deducimos que según se hayan desarrollado estas primeras etapas depende que después tengamos lagunas al respecto. De hecho, lo normal es que la inmensa mayoría de las personas alcancen su etapa adulta con alguna que otra deficiencia en su ortografía y gramática. Esto se puede ver paliado, en menor o mayor medida, con la trayectoria académica y lectora posterior de cada uno. Pero aún así, es común encontrarse verdaderos portentos de la ciencia que cuando se ponen a escribir pueden hacer que se nos salten los ojos de la cara. Así que la clave real para mejorar este problema que tenemos todos es, como en tantas otras ocasiones, leer.
Algunos dirán: ¿Así de sencillo?¿Y para esto escriben un artículo? Pues sí, porque lejos de lo que parece, no es sencillo leer con el cuidado que se requiere para mejorar este problema. Es importante fijarse en cómo escriben los otros para, por ejemplo, ver cómo colocan las comas, que es uno de los apartados en este sentido más subjetivos.
diccionario
Herramientas y soluciones
Otra solución es tener un buen sistema de alarmas internas, escribir con la conciencia de la duda; siempre recelando de lo que estamos haciendo y consultando todas estas inseguridades en un buen diccionario o manual. En este sentido, hay múltiples y buenas opciones, la mejor online: La Real Academia de la Lengua. Una fiel compañera que siempre nos resolverá estas cuestiones con la certeza de lo normativo. Además, dispone de un estupendo servicio de consultas a través de Twitter, con el  hashtag:  #RAEconsultas. Además, existen otros diccionarios o manuales, como el “Diccionario del uso del español María Moliner”. Otro clásico,  El País tiene un buen diccionario de sinónimos y antónimosonline; además de su Libro de estilo, que es una joya; también nos puede servir de ayuda el prestigioso “Diccionario de dudas y y dificultades de la lengua española”, de Manuel Seco. Posibilidades hay miles, aunque hay que tener cuidado por quién nos dejamos guiar en este sentido; un consejo, decantarse con las referencias sólidas y clásicas.
Otro punto, que se hace necesario abordar en este artículo es la necesidad de que nuestra obra la lean terceras personas, cuanto más profesionales sean mejor, es decir, que nos aseguremos que las personas que van a leerla estén capacitadas para que no se les escape ninguna incorrección; ya que corregir un libro requiere mucha atención y tener muy bien cristalizadas la normativa lingüística.
Y decimos esto de las terceras personas, porque es evidente que cuando un autor lleva pensando en una novela un tiempo determinado, pasa otro tanto escribiéndola y el doble de los dos corrigiéndola, cuando ha leído en múltiples ocasiones todas sus partes, en conjunto o por separado, no está facultado, ni en lo más mínimo, para conseguir identificar sus propias incorrecciones gramaticales u ortográficas, está tan viciado de su propio texto que es incapaz de verlas, no porque no sea buen corrector sino porque nuestra mente es así. En este caso, el autor deberá dejar su obra olvidada a buen recaudo para retomarla después de un tiempo prudencial (unos cuantos meses) y poder leerla con ojos más objetivos, aún así, no está demás que si queremos que nuestra obra salga a la calle impoluta pase por las manos de un corrector profesional. Máxime si pensamos enviarla a algún concurso o editorial, ya que una falta de ortografía  supone un adiós a cualquier posibilidad.
La magia de las palabras
En definitiva, atención máxima al leer, una buena alarma, tener a mano siempre manuales y diccionarios que nos ayuden a mejorar y, si es posible, un corrector profesional. Son las cuatro fórmulas para conseguir escribir cada día mejor. Además, estas ayudas también conseguirán que, paulatinamente, seamos mejores usando nuestra herramienta esencial: las palabras; conocerlas en toda su extensión nos garantiza conseguir magia con ellas.
Esperamos haber ayudado no sólo a Mercedes sino a todos aquellos que se hayan acercado a este artículo con alma de superación. Aquí os dejamos, además, otros artículos que os pueden interesar. Si os han surgido dudas, también podéis hacer uso del formulario y os las resolveremos. Ánimo y a crear.
Fuente: https://olelibros.com/consejos-para-escritores-mejorar-la-forma-de-escribir-como-corregir-ortografica-y-gramaticalmente-un-libro/


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